Hace no mucho… un buen amigo, quien siente una gran afinidad con la Argentina, me prestó un disco llamado «Échale Semilla» de un tal Axel Krygier, quesque músico argentino. No tenía idea de lo que era ni de donde provenía, así que me tomé algo de tiempo en decidirme a escucharlo. Un día me senté en la oficina y me decidí a prestarle mi entera atención.
Así escuché los 16 tracks de este primer disco que me generó una adicción instantánea. Con mezclas de música criolla, ritmos a go go, hip hop, reminiscencias de folklore francés y una consola de 8 canales, Axel Krygier logra conjugar una paleta de extensos matices que te llevan por una infinidad de escenarios citadinos, dejando un olor a aceite quemado de la estación Retiro Mitre.
Una vez aprendidos, analizados y desmenuzados mis primeros 16 tracks, regresé con mi querido amigo a exigirle toda la música que tuviera de este tal Krygier, afortunadamente mi compa sufre de la misma adicción que yo, por lo que él ya contaba con todo el material, que me fue dosificando poco a poco. Así pasé por las tres producciones posteriores: Secreto & Malibú, Zorzal y Pesebre, este último, una joya de 16 piezas que saltan de forma armónica del twist a lo balkánico pasando por algunas cumbias obscuras y terroríficamente cursis, haciendo que “La voz se multiplique en diferentes timbres e incómodas distorsiones apoyando la poética de las letras, que tiende a menudo hacia el terror existencial”… según dice en su página: http://www.axelk.com
Aquí una rica rola medio andina, medio jazzeada, medio funkeada con un excelente bit para hacer headbanging…